EL PARO SE SINTIÓ FUERTE EN LAS CALLES DEL PAÍS
A las cuatro de la tarde, en los andenes y las vías de la siempre atestada estación de Once, lo único que se movía eran las palomas. Iban y venían, volando por los espacios vacíos y silenciosos. El ferrocarril Sarmiento fue uno de los medios de transporte que ayer no funcionó, afectado por el primer paro nacional de la era K.
La medida fue impulsada por la CGT de Hugo Moyano; la CTA de Pablo Micheli; los gremios que responden a Luis Barrionuevo; la Federación Agraria y partidos de izquierda.
Los reclamos convocantes fueron la modificación del pago del impuesto a las ganancias; la eliminación de los topes a las asignaciones familiares; el aumento de las jubilaciones y el salario mínimo; un plan contra la inflación; y el reintegro de fondos millonarios que el Estado le debe a las obras sociales, entre otros pedidos.
La medida se produjo doce días después de la marcha nacional del “8N” y representa un nuevo desafío para la Casa Rosada.
Nunca antes la presidenta Cristina Kirchner había enfrentado una huelga impulsada por las centrales obreras con el impacto que tuvo la de ayer.