ATAQUE TERRORISTA EN BRUSELAS: DECENAS DE MUERTOS Y HERIDOS
Con Europa otra vez sumida en el terror y cuatro meses después de los atentados en París, tanto la Fiscalía como el gobierno belga confirmaron que las explosiones que sacudieron a Bruselas en la hora pico de la mañana fueron “ataques terroristas”.
Las dos primeras detonaciones se registraron a las 08.15 en el aeropuerto de Zaventem, situado unos 11 kilómetros al noreste de Bruselas, en una concurrida terminal de la zona de salida de vuelos, cerca de los mostradores de facturación.
Ninguna organización reivindicó de inmediato los ataques, pero las sospechas apuntan al Estado Islámico (EI), el grupo islamista que se atribuyó los ataques en París del 13 de noviembre pasado, que dejaron 130 muertos y unos 700 heridos.
“Hubo dos explosiones en la zona de salidas (del aeropuerto), una de ellas probablemente causada por un kamikaze”, aseguró el fiscal belga Frederic Van Leeuw en conferencia de prensa junto al primer ministro del país, Charles Michel.
El ataque al aeropuerto causó al menos 14 muertos y 30 heridos, según informó la agencia de noticias EFE.
Tras las explosiones, los medios belgas mostraban imágenes de la densa humareda que atravesaba los cristales rotos de la terminal, que era abandonada por los viajeros de forma precipitada en medio del pánico.
La agencia de noticias Belga informó que en el aeropuerto se escucharon varios disparos antes de las detonaciones y se oían gritos en árabe.
Poco después, otra explosión sacudió la estación de metro de Maelbeek, en el barrio europeo de Bruselas, donde se encuentran las principales instituciones de la UE. La detonación se habría producido cuando el convoy del tren subterráneo se encontraba detenido, dijeron medios locales.
La empresa de transportes belga STIB confirmó que al menos 20 personas fallecieron en Maelbeek, y otras 10 se encuentran en estado crítico y 106 heridas de diversa consideración.
La cadena VRT mostró una fotografía de un vagón de metro en un andén con puertas y ventanas completamente destrozadas, la estructura deformada y el interior carbonizado.
“Temíamos un atentado terrorista y ha sucedido”, afirmó Michel en su breve comparecencia ante la prensa.
“Es un día negro para nuestro país. Por favor, pido a todo el mundo que esté tranquilo y muestre solidaridad”, añadió.
“Enfrentamos una prueba difícil, debemos hacer frente a esta prueba estando unidos”, subrayó el primer ministro ante el dramático momento.
Michel dijo que por ahora no se puede confirmar que exista una relación entre estos atentados y la detención el viernes pasado en el barrio Molenbeek de Bruselas de Saleh Abdeslam, el yihadista más buscado desde los atentados en París y presunto autor logístico de aquellos ataques.
No obstante, los investigadores creen que la cadena de atentados pudo tratarse de una reacción al arresto del hombre que se había convertido en el principal símbolo de la masacre parisina.
El ministro del Interior belga, Jan Jambon, apuntó en ese sentido al afirmar que “eran previsibles este tipo de acciones” tras la detención de Abdeslam.
El máximo responsable de seguridad señaló que Bélgica elevó al nivel máximo la alerta por riesgo de atentado terrorista tras las explosiones a 4 sobre 4 y que la prioridad en este momento “son las víctimas y la seguridad” en la zona.
Como consecuencia de la explosión el metro de la ciudad y todos los servicios de transporte público quedaron paralizados, incluidos los trenes, según informaron los responsables de la red de transportes en Twitter.
Además, el Palacio Real belga, en pleno corazón de Bruselas, fue evacuado tras las explosiones, informó la Casa Real.
“El rey y la reina están conmocionados por los atentados en el aeropuerto de Bruselas-Nacional y en el metro de Bruselas. Estos actos son odiosos y cobardes”, según indicó en la red social Twitter.
“Los pensamientos del rey (Felipe) y la reina están con las víctimas y sus familias y los servicios de socorro, que ponen todo en marcha para dar asistencia a las víctimas”, añadió la Casa Real.
Bélgica se encuentra actualmente “blindada”. La frontera con Francia se encuentra cerrada por orden de las autoridades galas.
Las autoridades belgas enviaron 225 solados a Bruselas para reforzar la seguridad. También se aumentaron las medidas de protección en las centrales nucleares, como “medidas adicionales”.
Por otro lado, se ha pedido a la población que no se mueva del lugar en el que se encuentra, que no salgan de sus casas ni de sus centros de trabajo. Para no dificultar las comunicaciones, se ha solicitado a los ciudadanos que no utilicen los teléfonos celulares y que en su lugar envíen mensajes de texto.