SE FUE UN GRANDE DE LA MÚSICA Y LA VIDA: A LOS 70 AÑOS, MURIÓ VICENTE ZÓCCALI
El lunes por la mañana se conoció la noticia que enlutó a la música de la zona norte. A los 70 años, Vicente Zóccali dijo, como Goyeneche “Chau, no va más”. Luego de combatir durante 14 años contra un cáncer tan cruel como hartero, “El Tano” dijo adiós. Amigo de sus amigos, generoso y familiero, Vicente fue un pedazo grande de la historia de San Fernando. Su trayectoria como artista lo llevó desde ser uno de los bailarines más destacados de El Chúcaro, hasta pisar como cantante de tango y folklore los escenarios más importantes. Presidente del Club San Fernando Juniors, tuvo además una intensa actividad social no sólo como artista, sino también como personalidad destacada. Vicente fue parte de la comisión directiva de varias instituciones, organizador y conductor de espectáculos y un carisma que lo llevó a ser uno de los hombres más queridos y respetados del distrito. Sus últimas presentaciones fueron en la Casa del Tango, en el Club Sirio Libanés y en los Honorables Concejos Deliberantes de San Fernando y San Isidro. Vicente Zóccali, interpretó como nadie el tango creado por Hugo Gutierrez “Amigos que yo quiero”, donde a la perfección describe ese sentimiento tan noble y puro que él supo cultivar, llamado Amistad. Tal es así, que en su útimo adiós y de manera emocionante, su enorme y hermosa familia lo entonó juntó a los cientos de amigos que se acercaron a despedirlo. Aquí va la letra del tango, como homenaje a su memoria y también el agradecimiento personal de quien escribe, director de éste portal, que tuvo el privilegio y honor de ser su amigo.
En la vida tenemos mil cosas
que son grandes, sublimes y hermosas,
que ennoblecen y alegran el alma
alentándonos el corazón.
Pero hay una, sutil y suprema,
que nos llega tranquila y serena,
es hombría y lealtad,
sentimiento y bondad,
es sublime, se llama amistad.
Amigos que yo quiero
escuchen este tango,
que lleva entre sus notas
un apretón de manos.
Fue escrito con el alma
pensando en la amistad
con lágrimas lo canto
por lo que ya no están.
Alcemos nuestras copas,
aquí en el viejo bar,
que mientras haya amigos
dan ganas de cantar.
La existencia si es negra condena,
con amigos parece verbena,
sin amigos no vale la pena
esta vida llena de dolor.
Los amigos igual que poetas
tienen hondas ternuras secretas,
acerquémonos más a la noble amistad
que nos llena de fe y de bondad.