Abuelos aprenden a nadar en Puerto Libre
Muchos adultos mayores de San Isidro se animan a participar de las clases de natación en el predio de Puerto Libre, en Martínez, frente al río.
La pileta tiene una capacidad reducida, solo se permite un 30 por ciento del aforo. “Tomamos todos los cuidados necesarios para que los adultos mayores puedan realizar las actividades al aire libre y sociabilizar. La pileta es la propuesta favorita de la mayoría”, señala Antonio De Pascua, director de la Tercera Edad del municipio.
Como no es un deporte de impacto, otra de las ventajas de esta actividad es que se evitan lesiones. Y también sirve para aquellos que pretenden rehabilitarse de algunas dolencias.
La pileta es amplia y permite mantener la distancia, cada uno tiene su espacio para nadar. Las clases se dividen en tres niveles: inicial, intermedio y avanzado. “En primer lugar, buscamos que le pierdan el miedo al agua y que se adapten, luego se enseña a flotar, se inicia con la patada de crol, y después la brazada hasta llegar a una técnica más completa”, detalla Ana Anselmi, profesora y coordinadora de la pileta.
También indica que se aprenden varios estilos como pecho, espalda e incluso en algunos casos mariposa.
En este contexto de pandemia, hay cuidados y protocolos que respetar. Tienen un ingreso específico a la pileta, en donde se sacan el tapabocas, se sanitizan las manos. Luego ingresan al natatorio y se respeta la distancia social. Finalizada la actividad salen por el sector opuesto y se vuelven a colocar el tapabocas.
Entre los beneficios de la natación, se destacan que trabaja el cuerpo de forma integral; mejora la postura, flexibilidad, movilidad y coordinación. Además, favorece el sistema cardiovascular y respiratorio.