LADRÓN LO ASALTA Y TOMA DE REHEN: LA POLICÍA CASI LO MATA
Héctor Beccar Varela es un conocido y respetado ginecólogo obstetra de San Isidro. Durante la noche del miércoles pasado, le tocó vivir una pesadilla, primero a manos de un ladrón; luego, mucho peor, a manos de la policía que debía rescatarlo y proteger su vida. Una fuente muy vinculada al médico explicó los hechos: “Cuando su hija Milagros estaba entrando a la casa, en Lomas de San Isidro, se metió un muchacho joven con un cuchillo y los amenazó a él y a toda su familia. El muchacho les robó sus efectos personales, la plata que tenía y los celulares. Desde la planta alta, el hijo de Héctor alcanzó a llamar a la policía. Mientras tanto, el ladrón le ordenó a Héctor que lo llevara a la Cava, que queda a unas diez cuadras de su casa”. Héctor conducía el auto, y en el asiento de atrás venía el ladrón, amenazándolo con un cuchillo. Unas cuadras después de que arrancaron apareció un patrullero y les empezó a disparar sin más trámite. “El ladrón no tenía armas de fuego: es decir, que no hubo un tiroteo. La policía le disparaba directamente al auto donde estaban él y el ladrón. Le dispararon a las cubiertas y después perforaron la ventanilla del conductor de un balazo. Es decir que estuvieron muy cerca de matarlo a Héctor”. “Empieza a caminar y uno de los policías le disparó y le pegó un tiro en el fémur
La pesadilla no termina ahí. Cuando llegaron a La Cava, en un momento aflojó la presión del ladrón con su cuchillo y el doctor Beccar Varela aprovechó para bajarse del auto. Lo que sigue es aún más absurdo. “Empieza a caminar hacia la policía y uno de los policías le disparó y le pegó un tiro en el fémur. Cayó al suelo, los policías lo dieron vuelta, herido como estaba y lo esposaron, sin prestar atención a su relato”. Héctor fue llevado al hospital de San Isidro, luego al Hospital Austral. Tuvieron que ponerle un clavo en la pierna y actualmente está internado allí. “Nadie se comunicó de la policía, ni siquiera para pedir disculpas, y él vive a dos cuadras de la comisaría”, relata la fuente, con una indignación absolutamente lógica. Es que la policía que debió haber protegido al médico le rompió una pierna y por poco lo mata.