PALITO ORTEGA Y MORA GODOY LLENARON LA 9 DE JULIO

Si los constantes nubarrones que trajeron unas cuantas gotas no amedrentaron a las familias que se acercaron al Obelisco a ver a Palito Ortega el sábado, el sol que recalentó el escenario montado sobre la 9 de Julio ayer por la tarde funcionó como un imán.

Claro que no sólo el clima convocó a unas 10 mil personas al ciclo de espectáculos Verano en la Ciudad. “Amor tango”, el prestigioso show de Mora Godoy, convocó a curiosos, vecinos, muchos turistas y fanáticos del tango para disfrutar del show en el que la vanguardista bailarina mezcla la danza arrabalera con milonga, candombe, música electrónica y salsa en su afán de “sacarle la melancolía al tango”.

No lo hizo sola. A eso de las 20.30, las cajas de sonido se encendieron y los reflectores iluminaron a la artista recibida en el Teatro Colón que supo bailar tango para los Rolling Stones, así como a los 26 integrantes de su compañía (seis músicos y 20 bailarines).

Entre ellos se cuentan los seleccionados el año pasado cuando Godoy recorrió San Juan, Salta, Jujuy, Santa Fe, Rosario, Córdoba y Mar del Plata para buscar nuevos valores de la típica danza porteña e integrarlos al show que ya recorrió más de 15 países. “Siempre me gusta tener invitados, pero la idea es integrarlos. Por eso fuimos buscando talentos por las provincias, y también se sumó la pareja campeona del Mundial de Tango”, contó Mora Godoy, minutos antes de salir a escena. “La verdad, estoy nerviosa. Había actuado en el Obelisco dos veces, pero es la primera con mi compañía. Es buenísimo que la danza y el tango estén al alcance de todos, gratis”, dijo.

Ayer fue el turno del Centro porteño, donde las 8.000 sillas disponibles para ver gratis los shows organizados por el Ministerio de Cultura porteño se fueron ocupando desde temprano. Y mucha más gente se sumó sobre la hora. Estela Ferrando, de 57 años, se acercó junto a su nieto Luis. “De chiquito le gustó el tango y me pareció una excelente oportunidad para traerlo. Está bueno que los espectáculos de danza sean populares y accesibles”. Johny Etchevez, un joven ecuatoriano, resumió lo que se vivió anoche. “Antes de venir, de Buenos Aires había oído hablar del tango y el Obelisco. No podía faltar y Mora me deslumbró”.