DILUVIO, INUNDACIONES Y CAOS GENERALIZADO
Calles anegadas, avenidas colapsadas, semáforos descompuestos, comercios inundados, trenes y subtes fuera de servicio y autopistas intransitables. Otra vez un diluvio colapsó la Ciudad y provocó el caos. Lo mismo ocurrió en localidades del sur y el norte del GBA. Las lluvias arrancaron en la madrugada, pero en la tarde se intensificaron y el Servicio Meteorológico Nacional informó que en 17 horas llovió mucho más el promedio de todo diciembre, que es 110 milímetros.
En Colegiales, por ejemplo, cayeron 157 mm., en Palermo 150, en Recoleta 123, en Boedo 111 y en Villa Ortúzar 110 milímetros.
El momento más violento se dio entre las 16.30 y las 18. Por momentos la visibilidad fue mínima , y en pocos minutos la Ciudad dio muestras de que el día iba a terminar tan complicado como había comenzado, con la alarma por la nube de humo tóxico que invadió a Buenos Aires (ver página 52).
Palermo fue uno de los barrios más afectados. La Avenida Del Libertador, en toda su traza, se convirtió en una trampa para los conductores que empezaban a regresar a sus casas. Muchos autos quedaron varados, especialmente en los cruces de 9 de Julio, Callao, Tagle, Guayrá y Ramallo (a la altura de la ex ESMA), en donde hubo más de un metro de agua.
Pero, como sucede siempre que llueve intensamente, la esquina de avenida Cabildo y Blanco Encalada (en Belgrano) fue el epicentro. Los comerciantes tuvieron que resignarse a sacar el agua de sus locales . Una imagen casi calcada a la que se pudo ver a fines de octubre. Aquí el problema fue que las aguas no alcanzaron a escurrir porque el arroyo Vega colapsó. Por eso los comerciantes y vecinos volvieron a reclamar obras. Otro inconveniente fue que se inundaron los túneles de Pedraza, Carranza, Libertador y Monroe porque las bombas no alcanzaron a sacar el agua.
Frente a las cámaras, con los pantalones arremangados y los pies en el agua, Mauricio Macri recorrió las zonas inundadas. Y el Ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, ayudó a empujar una camioneta varada.
Las autopistas y los accesos a la Ciudad también sufrieron el diluvio. La Buenos Aires-La Plata, la Panamericana, el Acceso Oeste y las porteñas, por momentos estuvieron con el tránsito detenido. Incluso la Illia, mano al Norte, fue cerrada varias horas .
Para complicar el panorama en las calles y demorar el regreso de la gente a sus casas, hubo demoras y cancelaciones en el servicio de subtes . Las líneas A, C, D y H estuvieron más de tres horas sin funcionar, igual que el Premetro. Según informó Metrovías, la situación comenzó a normalizarse a partir de las 20. Lo mismo sucedió con los trenes del Mitre. “Para llegar de Retiro a Constitución tardé una hora. Después logré treparme a un colectivo, por la puerta trasera. Y cuando llegué al Puente Pueyrredón me bajé y crucé caminando. Llegué a casa empapada, después de viajar casi tres horas”, contó Marisa, una vecina de Lanus Este.
En provincia, si bien no se informó que haya habido evacuados, hubo muchas complicaciones en Quilmes, Avellaneda, Burzaco, San Isidro, Del Viso, Ituzaingó, El Palomar y Munro, entre otros.
Edenor y Edesur aseguraron a este diario que muchos cortes de luz fueron preventivos , debido a la caída de ramas u otros problemas. La Ciudad confirmó que solicitó algunos cortes para evitar accidentes. Lo cierto es que ayer por la noche había vecinos que seguían sin luz en Parque Chas, Caballito, Palermo, Flores, Floresta y Barracas, entre otros barrios.
Según el Gobierno porteño, se movilizaron 200 personas y 50 unidades móviles de Defensa Civil, de Logística y de la Guardia de Auxilio. “Además se dispuso el corte de las avenidas más complicadas para evitar que los autos y los colectivos sigan transitando”, contó el subsecretario de Emergencias, Néstor Nicolás. Fue ante el pedido de los vecinos, después de las graves inundaciones en Cabildo de octubre.
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