TIGRE NO LEVANTA CABEZA: CAYO 4-1CON RACING
Racing es letal. Puede no estar jugando mejor que su rival, puede lucir desconectado, pero cuando alguno de sus atacantes aparece no hay vuelta: es contundente, es gol, se terminan las dudas de los defensores y tritura a los adversarios. Así lo demostró en la reanudación del partido ante Tigre, con otra gran actuación de Gustavo Bou y Lautaro Martínez para gestar una goleada y dejar en claro que el equipo dará pelea, ya sea para tratar de alcanzar al líder Boca (quedó a ocho puntos) o para aspirar a uno de los cinco lugares para la Copa Libertadores de 2018.
No estaba jugando bien la Academia, es más, era superado por Tigre, que intentaba avanzar con prolijidad, que triangulaba con criterio y estaba cerca de ponerse en ventaja. Pero a Gustavo Bou le quedó una. Corrió con espacios, fue en busca de la buena habilitación que le dio Lautaro Martínez y, como siempre, fue letal. Fue la primera llegada de Racing. Bombazo y grito para el 2-1 ante Tigre en la reanudación del partido que se había suspendido por lluvia.
Para los de Avellaneda, que venían de conseguir un buen triunfo contra Sarmiento, era otra buena chance de instalarse en el lote de arriba. Tenía 67 minutos (divididos en dos tiempos: de 33 y de 34 minutos) para destrabar el el 1-1 que traían desde la fecha 19 con los goles tempraneros de Diego González y Sebastián Rincón. Y lo hizo con creces.
En el arranque, el equipo de Diego Cocca no encontraba el rumbo, estaba impreciso con la pelota y corría de atrás a los jugadores de Tigre. Los de Sava, en cambio, lograron llegar con peligro, en especial por izquierda con un par de buenos desbordes de Alexis Castro que no pudo capitalizar Rincón en el área.
Lo que perdonó Tigre en un área lo capitalizó Bou en la otra. Y ahí cambió el partido. Porque si al Matador le costaba ser punzante cuando tenía libertad para mover la pelota ahora chocaba contra un equipo más cerrado, parado de contra, listo para hacer despegar al Huevo Acuña, a Lautaro Martínez y a Bou.
El segundo tiempo empezó con más lucha que juego. Pero otra vez la Academia fue contundente en ataque y se terminó floreando.
De la mano de sus pibes. Lautaro Martínez, otro que está en estado de gracia, saltó más que todos en el área y sacó un buen cabezazo para poner el 3-1 tras el córner de Acuña.
Y luego llegó la perlita de la noche. La frutilla del postre. Maximiliano Cuadra, que había entrado minutos antes, desbordó por izquierda, hizo malabares sobre la línea de fondo a pura gambeta y generó un claro penal. El encargado de completar la obra fue nuevamente Bou, que la picó con clase y liquidó aún más a Tigre.
Racing está más vivo que nunca. De la mano de Cocca y de la mano de un tren delantero afilado. Con este 4-1 contra Tigre, llegó a 36 puntos, quedó sexto en la tabla y a ocho del líder Boca. Y se anima a soñar