MILES DE VECINOS VISITARON DURANTE EL FIN DE SEMANA “BOCAS ABIERTAS”

Este fin de semana San Isidro está de fiesta: la propuesta es Bocas Abiertas, el festival gastronómico que ofrece una degustación de platos de restaurantes del Bajo a precios accesibles.

El intendente de Gustavo Posse fue ayer por la tarde a la inauguración del evento. “La idea es hermanar el esfuerzo del circuito de restaurantes. Esto le da sentido de pertenencia a la zona, que crece cada vez más. Es un lugar ideal para disfrutar en este momento”, dijo después de recorrer el lugar.

Con más de 40 puestos, música en vivo, talleres de cocina por célebres chef, mercado de compras y propuestas para todos los gustos, se puede visitar hasta el domingo a la medianoche en el Centro Municipal de Exposiciones (Del Barco y Centenera).

Eleonora Jaureguiberry, subsecretaria de Comunicación y Cultura de San Isidro que estuvo a cargo de parte de la organización, contó que esperan recibir más de 40 mil personas durante todo el fin de semana. “Estamos contentos porque esta edición es mucho más linda y grande que las anteriores. Es un evento para la familia, hay muchas actividades para chicos, la idea este año es compartir la comida y la sobremesa con amigos o en familia”, agregó.

El predio, al aire libre frente al río, es enorme. Al lado de la entrada está el escenario principal donde van a tocar más de 25 bandas de jazz, reggae, rock y salsa.

En el medio está el auditorio donde son las clases de cocina y charlas gratuitas a cargo de chefs y sommeliers: ​Juliana López May, Mauricio Asta, los hermanos Petersen, Marina Beltrame, Agustina de Alba, Christophe Krywonis, Inés Berton, Marta Ramírez, Juan Braceli, Diego García Tedesco, entre otros, además de Fabio Alberti como Coty Nosiglia.

El chef Diego García Tedesco, emprendedor y uno de los organizadores, explicó cómo surgió el proyecto: “No somos gente de negocio, somos vecinos. Así nació Bocas Abiertas, con la premisa de dejar de ser competencia para ser colegas entre los gastronómicos del Bajo”.

Mientras comía una porción de tora, Lucia Marola, que fue junto con compañeros de trabajo, comentó: “Es la primera vez que venimos. Está buenísimo porque difunde el trabajo de los restaurantes, sobre todo porque es difícil poner una casa de comida y que la gente se cope y vaya”.

Alrededor del predio están los puestos que con mucho color, buena onda y pizarras ofrecen sus platos. Hay de todo: desde pizza a la piedra, conos de papas fritas y ensaladas hasta wraps, salteados asiáticos, asado, mariscos y delicias dulces. Mientras tomaba cerveza, Mariano Carrara lo resumió así: “Está bueno porque las porciones son chicas y económicas entonces se puede variar y probar. Es un paseo recomendable”.

También hay una zona de cafetería, un patio cervecero, una vinoteca con variedad de vinos y catas seleccionadas.

Una de las novedades de este año es el Chimi Cup 2015, un campeonato de chimichurri en el que el Stand de Dos Anclas premiará a la mejor receta presentada por el público (se puede llevar hecho o preparar en el momento). El resultado se sabrá el domingo con el jurado conformado por Agustina de Alba, Cabito, Christophe Krywonis, Fabio Alberti y Luciano Luchetti de Locos x el Asado.

El evento, además, tiene un fin sustentable: hay una feria donde se venden productos agroecológicos y naturales; tachos diferenciados de reciclaje; huerta orgánica y educativa; y estacionamiento para bicicletas. Para reducir la basura hay un sistema de vasos reutilizables: son de plástico y se pagan aparte ($20), si la gente los devuelven recuperan la plata sino pueden quedárselos como souvenir.

Entre tanta oferta gastronómica también hay espacio para la inclusión, a través del Colectivo de Instituciones de Discapacidad de San Isidro. Una de las iniciativas, a cargo de la Fundación Nosotros, es la venta de productos elaborados en el Centro de Formación Laboral por personas con discapacidad. La otra, a cargo de Audela, es El Gallito Ciego Móvil: un salón comedor y cocina sobre un ómnibus donde se come totalmente a oscuras como lo hacen las personas ciegas; y la elaboración de la comida y la atención del salón están a cargo de personas ciegas.

Por último, el bono contribución de la entrada ($50) se destinará al desarrollo de una Escuela de Capacitación Gastronómica en el Bajo de San Isidro, con la ayuda de la Municipalidad de San Isidro.