APARECIÓ MAGALY TRAS 17 HORAS: CONFIRMAN QUE FUÉ ABUSADA
“¡Vení urgente!”. La orden telefónica de boca de su hija retumbó como en las peores pesadillas. Eran las 19.15 del martes y Carolina escuchó la voz desesperada de Magaly, de 12 años. Dos minutos después, las cámaras de seguridad del barrio donde vive, en las Lomas de San Isidro, registraron el momento en que la nena caminaba con paso apurado. Luego, nada. Lo que siguió fueron 17 horas de angustia. Y un pedido de ayuda de la familia que se viralizó por las redes sociales. Hasta que ayer al mediodía la chica apareció en una parada de colectivo con un hombre de 24 años, que quedó detenido y acusado de “abuso sexual agravado”.
Lo que sucedió durante esas 17 horas eternas para esta familia tiene todavía puntos oscuros. Las versiones varían según el relato de los protagonistas de la historia. “Ella fue obligada y retenida”, dijo ayer Ignacio, el padre, en la puerta de Unidad Funcional de Instrucción de Violencia de Género y Delitos Conexos a la Trata de Personas de San Isidro. Y agregó: “Es una mierda vivir así para todos los padres que tenemos hijos de esa edad”. Aunque aseguró que aún no le había preguntado a Magaly dónde había pasado la noche. “Lo único que pude hacer fue abrazarla”, explicó.
Según fuentes de la investigación, en base a dichos aportados por varios testigos que declararon ayer, Magaly se habría peleado hace unos días con sus padres porque quería irse de viaje y no la dejaban. La chica es adoptada, vive con ellos desde hace 6 años y, según trascendió, la adopción legal está cerca de concretarse. Las mismas fuentes creen que la adolescente, al verse impedida de concretar su deseado viaje, habría querido “asustar” a sus padres de esta manera, escapando y manteniéndolos en vilo durante casi un día entero.
La madre del detenido, de nacionalidad paraguaya, declaró que cuando el martes a la noche llegó a su casa de La Cava encontró a su hijo, llamado José, con Magaly y otro grupo de chicos y chicas. “Cocinaron, después tiraron unos colchones en el suelo y pasaron ahí la noche”, aseguró, sin detallar si habían tenido sexo. También aseguró que no conocía a Magaly, pero que José la presentó como su “novia”. Agregó que a la mañana siguiente el ahora imputado y Magaly “salieron para irse a Tecnópolis”.
Poco después una vecina reconoció a la chica en la calle, en una parada de colectivo (su rostro inundaba los canales de televisión y los sitios de Internet desde temprano) y la familia entonces respiró aliviada. Pero transcurrida la tarde y luego de una serie de pericias psicológicas y ginecológicas, la madre de la chica salió llorando del edificio del Cuerpo Médico Forense. La peor sospecha se confirmaba: el fiscal Marcelo Fuenzalida decidió imputar al detenido por “abuso sexual agravado”.
El hecho de que haya habido consentimiento o no de la nena en la relación sexual –algo que no está confirmado– en este caso no cuenta. La ley estipula que existe delito por tratarse de una menor.
Cómo se conocieron la víctima y su abusador es todavía uno de los aspectos no resueltos de la investigación. Un tío de la víctima le dijo a Clarín que Magaly aseguró que no lo conocía de antes. Los investigadores tratan de determinar si pudo haberlo contactado a través de Facebook, ya que allí la chica tiene un perfil abierto en el que cualquiera puede ver todas las fotos que publica y sus datos personales (ver página 31). “Es una de las hipótesis que se estudian”, reconoció ayer el padre.
La Policía allanó anoche la casa de La Cava donde se cree que la menor durmió. Según la declaración de la madre del acusado, la nena durmió en esa casilla precaria junto con otras dos chicas y dos chicos (además del detenido). Una versión que circuló ayer fue que si bien el celular de Magaly tiene la función de GPS, esa noche la habían desconectado.