La Ciudad

VÁNDALOS ATACARON CON PINTURA EL OBELISCO

El ícono porteño, repetido blanco del vandalismo Un grupo de jóvenes con banderas de rock le tiró huevos con pinturas de colores manchándolo hasta una altura de 15 metros. Hoy empezarán a limpiarlo y en unos días se hará una reparación completa.
La cara Este del Obelisco, que mira en dirección Corrientes sentido al Bajo, ayer, con las manchas que le hicieron supuestos fans de bandas de rock.Testimonio. La cara Este del Obelisco, que mira en dirección Corrientes sentido al Bajo, ayer, con las manchas que le hicieron supuestos fans de bandas de rock.
Fue pensado para que sea el punto de convergencia de las avenidas 9 de Julio, Corrientes y las diagonales Norte y Sur, pero al principio su diseño fue tan rechazado que, cuando lo inauguraron, en 1936, los diarios de la época lo llamaban “bodrio”, “armatoste” y “feo punzón”. Llegó a tener una ley en contra que preveía su demolición , pero un veto lo salvó de la desaparición. Hoy, 76 años después, el Obelisco es el máximo símbolo porteño , indiscutido y punto de encuentro para muchos. Sin embargo, algunos inconscientes todavía lo tienen como blanco para agredir: ayer, una de sus cuatro caras amaneció manchada con bombas de pintura de varios colores . Pese a que en 1987 tuvieron que enrejarlo para protegerlo de los ataques, el vandalismo contra el monumento no para: en lo que va del año, la base ya pasó por cuatro manos de pintura y en los próximos días lo vuelven a blanquear.
Desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público confirmaron que es común que dañen la parte exterior de su estructura. Y explicaron que eso sucede tan seguido que sólo El Quijote, un controvertido monumento que vigila la Avenida de Mayo desde la 9 de Julio, y la figura de Roque Sáenz Peña, en Diagonal Norte y Bartolomé Mitre, lo superan en la demanda de manos de pintura para reacondicionarlos.
“El miércoles entre las 18.30 y 19 un grupo de jóvenes con banderas de bandas de rock se juntaron en el Obelisco y comenzaron a tirar huevos con pintura . Las manchas de distintos colores llegan a alcanzar una altura aproximada de 15 metros . Y hoy se va a realizar el proceso de hidrolavado y en el caso de que no salgan todas las marcas se le va a realizar un tratamiento de remoción especial”, informaron desde el área de Espacio Público que encabeza Diego Santilli.

Al margen de este nuevo ataque, el Gobierno porteño ya tenía programado un plan para volver a pintarlo y darle otra lavada de cara. La tarea la hará la Cámara de Empresarios Pintores y Restauraciones Afines de la República Argentina (CEPRARA), que firmó un convenio con la Ciudad para poner a punto toda la estructura. Según dijeron desde esa entidad, ese trabajo empezará “en los próximos días” y será “minucioso, con apoyo de restauradores” en una tarea “de altura”. Aunque en un principio, el arquitecto tucumano Alberto Prebisch, a cargo del diseño original, mandó a recubrir sus 67,5 metros de altura con 1.360 metros cuadrados de piedra calcárea traída de Córdoba, por desprendimientos actualmente el Obelisco se mantiene con 620 litros de pintura al látex.

El vandalismo no es algo nuevo para el monumento. Uno de sus peores momentos fue entre 1985 y 1986, cuando tuvieron que retocarlo más de 40 veces. En ese entonces, la solución que se encontró fue enrejarlo. Fue el cambio más importante que sufrió. Después, en su historia sumó decenas de transformaciones más, pero todas momentáneas y con fines artísticos o solidarios.

Declarado Monumento Histórico Nacional, el Obelisco tiene además Protección Preventiva Declarada por la Secretaría de Planeamiento de la Ciudad. Y si todo avanza como está previsto, en las próximas sesiones la Legislatura porteña podrá aprobar una ley para que también quede protegido en firme y sea incluido en el Listado de Inmuebles Catalogados Singulares de Buenos Aires.

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