San Isidro

18 AÑOS POR MATAR Y METER EN UN BAÚL A SU EX MUJER EN BECCAR

Un tribunal de San Isidro condenó a 18 años de prisión a un mecánico por haber asesinado a golpes a su ex mujer y abandonar su cadáver en el baúl de un auto, en un crimen ocurrido el año pasado en la localidad bonaerense de Béccar.
Fuentes judiciales informaron hoy que el fallo fue dictado la semana pasada por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de San Isidro y recayó sobre el imputado Jorge Luis Zaldívar, de 58 años.
Los jueces Gonzalo Aquino, Federico Tuya y Luis Rizzi consideraron a Zaldívar autor del delito de homicidio simple.
En su alegato del 10 de agosto pasado, el fiscal Patricio Ferrari había solicitado la pena de 22 años de cárcel, mientras que la defensa había pedido la absolución.
El hecho ocurrió el 21 de julio del año pasado cuando la ex esposa del imputado, Ana María Nigrelli, apareció asesinada a golpes dentro del baúl de su auto Renault 9 bordó, en la esquina de Misiones y Francia de Beccar, partido de San Isidro.
La investigación había comenzado horas antes del hallazgo, cuando la hija de 17 años de Nigrelli y Zaldívar se presentó en una comisaría para denunciar la desaparición de su madre.
La chica, que vivía en el domicilio de su madre, contó que Nigrelli se había retirado a las 8 de la mañana para ir a encontrarse con su padre para reclamarle las mensualidades que hacía mucho tiempo no le pagaba.
Nigrelli, quien trabajaba como encargada de un buffet de la terminal de una línea de colectivos de zona norte, presentaba varios golpes en la nuca con un objeto contundente que le provocaron la fractura del cráneo.
Los investigadores descartaron desde el inicio el móvil del robo porque tenía anillos y otros objetos de valor puestos, y en el auto no faltaba nada.
La hija de Nigrelli orientó a los investigadores a la pista pasional, cuando reveló el conflicto que tenían sus padres por la cuota alimentaria y el fiscal Ferrari, que también actuó en la instrucción, allanó entonces el taller mecánico y el domicilio de Zaldívar y lo detuvo.
Las principales evidencias que incriminaron al mecánico son un pantalón con manchas de sangre de la víctima, secuestrado en su domicilio, y las declaraciones de la hija de la pareja y de un policía que lo vio a metros del auto donde luego apareció el cadáver.
Asimismo, un empleado del taller de Zaldívar dijo que a primera hora de la mañana del día del crimen su jefe le dijo que se retirase porque debía ir a hacer un trámite.
El fiscal Ferrari sostuvo en el juicio que, en realidad, Zaldívar se deshizo de su empleado porque no queríatestigos que vieran llegar al taller a su ex mujer. (Télam)

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