La Ciudad

PROTESTA CONTRA LA TALA POR EL METROBÚS

“Esta obra está mal desde el origen porque es una reforma a algo que ya existía”, dijo el arquitecto y urbanista Rodolfo Livingston durante la protesta que tuvo lugar en la esquina de Hipólito Yrigoyen y avenida 9 de julio.

Rodeado por las máquinas viales que el gobierno porteño dejó para continuar con las obras, el profesional aseguró que “cuando quiero reformar algo que ya existe lo primero que hago es consultar a la familia para saber qué es lo que quiere y necesita. Acá no consultaron a ningún vecino”, precisó.

El gobierno porteño decidió construir carriles exclusivos para el transporte público sobre la avenida 9 de Julio, entre los barrios de Constitución y la zona de Retiro, con el propósito de “achicar el tiempo de traslado” hacia el microcentro porteño y eliminar así la proliferación de automóviles.

Para ello lleva talados unas 200 especies arbóreas que rodean la avenida 9 de julio, mientras que las organizaciones vecinales estiman que se quitarán otras 300, al tiempo que se planifica reducir la Plaza de la República, situada en torno al Obelisco, para que paseen las unidades de transporte público.

Nidia Marinaro, de Propuesta Area Metropolitana Buenos Aires (Proamba), aseguró que Macri “está desfigurando la postal más importante que tenemos los porteños, el daño ambiental que produce con la tala de árboles es irrecuperable”.

Explicó además que los árboles “no pueden ser trasplantados a otro sector” -tal como figura en la propuesta original del gobierno porteño-, ya que “en este época del año y con las altas temperaturas ninguna planta soportaría ser trasladada, menos la especies añejas”.

La legisladora María Elena Naddeo consideró que el proyecto “pasó por encima de todo el proceso democrático de la ciudad porque la ley sancionada en el 2008 dejaba en claro que cualquier obra para el Metrobus debía ser aprobada por la Legislatura y este expediente nunca lo vimos”

Naddeo destacó, además, que “hay un amparo presentado por ex legisladores, a los que muchas organizaciones barriales y políticas estamos adhiriendo, lamentablemente esta obra que debería haber pasado por la Legislatura, terminará en los estrados judiciales”.

La legisladora Gabriela Alegre aseguró que este daño al patrimonio de la ciudad de Buenos Aires “no tiene otro fin que las necesidades electorales de Macri, porque lo que está claro es que esta obra no tiene otro destino que apuntalar las apariciones electorales del jefe de gobierno”.

El 5 de enero pasado se realizó una audiencia pública no vinculante, donde muchos vecinos dejaron en claro su postura de rechazo a la obra por motivos ambientales y urbanísticos.

Raúl, del barrio de Barracas, opinó: “no entiendo que quieren hacer acá, rompieron todo para poner un Metrobus que tiene un recorrido que todos hacemos en subte. Me parece que pensaron más en el negocio que podían hacer que en la necesidad de la obra”.

En tanto, Susana, de San Telmo, expresó que “este era un pulmón verde muy importante para la ciudad, muchas personas vienen para descansar o hacer una pausa para almorzar. Me parece un horror jurídico lo que está haciendo Macri”.

En la manifestación estuvieron asociaciones vecinales y políticas como la Corriente Nacional de la Militancia, el Comedor Los Pibes de la Boca, Proamba y la agrupación “La Grupa” de San Telmo, entre otras.

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